Siempre me ha parecido peculiar, cómo algo tan... feo, como un gusano se puede convertir en una criatura tan bonita como una mariposa. Siempre me ha parecido curioso, cómo esas mariposas que revolotean por el estómago cuando estamos enamorados, pueden convertirse en verdaderos monstruos que te acaban devorando desde adentro.
Fantasmas que hacen que, los miedos se descontrolen por completo, creando espejismos tan reales que acaban por convertirte en otra persona; ese instinto humano y primitivo que por una parte es tan necesario para nuestra supervivencia, pero, por otra tan destructivo sino aprendes a dominarlo... Si.
EL MIEDO, el padre de las dudas, de la desconfianza; el detonante de los reproches y de las condiciones, el causante de que quieras mirarle el celular para saber con quién ha estado hablando y de que. El motivo de que no te parezca bien que salga a la calle con esa ropa y que, pueda llamarle la atención a alguien más que no sea a ti. La razón de que te apartes y le apartes de su vida social; de que le borres esos ex's de las redes sociales, y de que examines con lupa todas sus listas de amigos.
El "porqué" de que siempre pongas en duda su palabra; el miedo... Eso que te asusta tanto afrontar y que usas como pretexto para controlarle como excusa para perder los papeles...
¿De verdad crees que eso es lo correcto?
Que ahí vas a encontrar la felicidad, una relación llena de condiciones como si fueran cláusulas de un contrato, en la que "Hago esto por ti, si tú haces esto por mí", que un simple rumor u opinión es suficiente para que discutamos en la que nos prohibímos cosas y normalizamos el control. Una relación en la que abusar el uno del otro se convierte en algo normal...
Cuando en realidad "Todo es mucho más sencillo, si es amor lo que realmente sientes, lo único que deberías aprender a controlar es ese miedo irracional y primitivo que tarde o temprano, acabará por destruir, todo aquello que amas.
