2 may 2017

Déjame Hablar


Resultado de imagen para hablar tumblr

Malditos sentimientos, ¿quien los comprendiera? Son como un cuadro abstracto que no puede entenderlo cualquiera muchos dicen saber quien soy tan sólo con verme, y yo llevo toda una vida intentando conocerme ya desde niño sentía las cosas intensamente.
Me enamoré inocentemente y lloré tantas veces; arriesgué mi vida por amigos y por gente que hace años que no veo por estupideces, He roto promesas que para mí eran importantes porque dejé de sentir las cosas igual que antes. ¿Cómo pude querer tanto y herir a esa persona? A veces me siento un idiota porque el corazón no razona, siento cambios bruscos. Ahora hace sol y ahora llueve, mi estómago parece una montaña rusa sentimientos que se cruzan y crean una realidad difusa y aunque suene a excusa soy humano, hoy me quedo con lo bueno y aunque duela pues aprendo de lo malo. Hermanos que me traicionaron por una noche de placer; cicatrices que me recuerdan como un no quiero ser.

Creí conocerme pero fue un error, a veces la lógica es muy cómica y tiene una idea mejor aunque crees que tú de ese agua nunca jamás beberás te despertarás un día y querrás volver hacia atrás; Dar lo bueno por hecho y ofuscarme con lo negativo.

Llegue a tocar techo a pesar de estás hundido y es que el pesimismo es adictivo siempre es el mismo castigo es sólo un espejismo amigo, déjame que hable contigo. Sé que lloraste bajo la ducha y que cuando se habla uno a sí mismo nunca se escucha que tú siempre has estado cuando te han necesitado pero te has ahogado sólo cuando has pasado un mal trago, es en esos momentos en los que descubres a los verdaderos amigos; que en realidad valen la pena y aunque hierva por dentro en esas situaciones acabas poniendo un muro y tu corazón se congela.
Y compungido lo lancé y se rompió en tantos pedazos que no fue posible recogerlos ni con mil abrazos, creí que lo correcto era nadar con la corriente pero en su defecto aprendí como hacerle frente pero no siempre fui auto suficiente. La opinión de la gente a mí me hundía y me hacían sentir diferente cuanto menos me importaba más libre me sentía, y mí mente volaba al convertirlo todo en poesía. Hubo un click en el que cambió toda mi perspectiva decidí dejar de creerme mis propias mentiras
Entonces me miré al espejo, me grité: "¡Despierta, nadie va a venir a tocar a tú puerta!"